miércoles, 27 de mayo de 2015

Cambios en Europa tras la 2ª Guerra Mundial,

ras el fin de la segunda guerra mundial, los dos únicos claros ganadores eran la Unión Soviética (pese al gran número de muertes en sus filas) y los Estados Unidos (a pesar de los enormes gastos monetarios que realizó). Estas dos naciones, habían obtenido gran peso en la política internacional, y una gran influencia en el continente europeo.

Europa quedó devastada tras esta guerra, perdiendo no sólo importante infraestructura, sino muchas vidas humanas, lo que la llevaría a experimentar un retroceso gigantesco, en materia económica, industrial, agrícola y política, llegando a perder la mayoría de sus colonias.

Por fortuna, el bienestar de Europa pasó a ser un interés de las dos principales potencias, ya que a Estados Unidos le preocupaba tener un socio comercial que evitara una crisis de superproducción estadounidense, y a la Unión Soviética le importaba que Europa no cayera en manos de Estados Unidos. Debido a esto, Estados Unidos creó programas de ayuda económica, mientras que la Unión Soviética intentó ejercer influencia a través de los partidos comunistas.

A Europa se le presentaba una nueva oportunidad, la cual era servir como un agente de equilibrio entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, para ello la unificación debía empezar a contruirse con el fin de obtener más fuerza. Pero mientras esto ocurría, Estados Unidos temía que la Unión Soviética tuviera un ánimo expansionista sobre Europa, y contrariamente, la URSS temía un expansionismo capitalista estadounidense.

Para 1946, había surgido finalmente “un telón de acero” (como lo describiría Churchill) entre el Este y el Oeste.

Tras el fracasó de la unificación europea, surgió la idea de un bloque occidental, que adquirió más fuerza con la creación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en 1949, como un medio de protección militar, que evolucionó para convertirse en un instrumento defensivo.

En 1953, tras la muerte de Stalin, la política exterior de la URSS cambió, y pasó de ser una política “antioccidental” a una de “coexistencia pacífica” entre el Este y el Oeste.

Finalmente, en la década de los 50´s, con el florecimiento económico, Europa logró consolidarse en dos bloques, uno occidental, alineado alrededor de la OTAN, y otro bloque oriental, alineado alrededor del Pacto de Varsovia. Tanto la Unión Soviética como los Estados Unidos habían asegurado sus áreas de influencia, y con ello, logrado un equilibrio relativo en Europa, que acabó dividida, y acotada en sus propios márgenes de acción política.

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